Clasificación de pensamientos obsesivos basada en análisis de registros
La cuestión de clasificar los pensamientos obsesivos (obsesiones) y las acciones (compulsiones) es un hito importante en la formación de una teoría general que podría unir puntos de vista dispares y, a menudo, demasiado especulativos sobre las obsesiones. Ya existe una cierta "actualización" en esta área, y este artículo ofrecerá una visión sistemática del problema en su conjunto. El vector principal del sistema de clasificación tiene como objetivo resolver un problema científico de larga data: hacer que la comprensión del trastorno obsesivo compulsivo esté disponible públicamente tanto para los psicólogos como para los psiquiatras. El desarrollo de este concepto se vio constantemente obstaculizado por el hecho de que todos los fenómenos que se encontraban en la intersección de las ciencias fueron interpretados por diversas terminologías, metodologías y técnicas. Por el momento, la diferencia entre los dos "mundos": psicológico y psiquiátrico, se ha superado en cierta medida. Porque la clasificación registro-axial de los pensamientos obsesivos no pretende ser utilizada exclusivamente en un área determinada. De hecho, este es un sistema de coordenadas que se puede adaptar para diversas necesidades psicológicas y psiquiátricas (experiencia) sin restricciones artificiales o sesgadas. La flexibilidad de clasificación, que ha resumido muchos enfoques, conocimientos y teorías conocidos, puede ser realmente útil para una visión general de una serie de problemas asociados con las obsesiones y compulsiones.
Por supuesto, el sistema de clasificación propuesto pretende actuar como un cierto "mapa" que denota un cierto "territorio" psicológico y psiquiátrico. Las hipótesis planteadas seguirán siendo probadas tanto a nivel estadístico como práctico. Por tanto, es muy posible que la parte teórica del problema de las obsesiones se vaya complementando, mejorando y formulando paulatinamente nuevos temas de actualidad. Con respecto a la aplicabilidad de los esquemas de clasificación propuestos en nuestro tiempo, cabe señalar que la cobertura de todo tipo de pensamientos obsesivos aquí será bastante significativa. Dada la pandemia de COVID-19, la psicología y la psiquiatría se enfrentarán no solo a la intensificación de una gran cantidad de trastornos de ansiedad y pánico, sino también a una enorme variedad de diferentes variaciones de pensamientos obsesivos. En primer lugar, se tratarán temas de infección, miedo a la muerte, lavado compulsivo de manos, medidas de desinfección excesivas, etc. Por tanto, la esencia misma de la problemática es inseparable de la realidad actual.
Nos gustaría llamar su atención sobre la clasificación del eje de registro del TOC, que puede mejorar y mejorar el diagnóstico de obsesiones. Puede familiarizarse con él en el enlace.
En general, el sistema es bastante flexible en términos de diagnosticar una amplia variedad de obsesiones. Cinco registros principales y cinco ejes forman un conjunto de herramientas suficiente para determinar la "calidad" de una obsesión (o compulsión) en particular. Para las necesidades de varios exámenes, el número de ejes de clasificación se puede aumentar y refinar. El enfoque principal debería estar en el hecho de que el trastorno obsesivo compulsivo puede no pertenecer necesariamente a un solo registro. En varios casos, cuando el estado psicológico y mental de una persona es inestable y el cuadro clínico se complica significativamente durante muchos años, el TOC se diagnostica en varios registros a la vez (hasta 5). Estos trastornos obsesivo-compulsivos son complejos y no pueden entenderse y analizarse sin la ayuda de herramientas de clasificación y diagnóstico. La clasificación registro-axial también en algunos casos permite predecir diversas interacciones entre las principales enfermedades mentales y sus síntomas dependientes del registro. Por ejemplo, la neurosis del TOC y el trastorno de la personalidad del TOC (de hecho, es un trastorno obsesivo-compulsivo en dos registros) de alguna manera se combinan sistémicamente, creando un cuadro clínico más complejo. La naturaleza misma de tales interacciones aún no se comprende bien, pero hay razones para suponer que el conocimiento de estos patrones ayudará a comprender la esencia incluso de los casos más difíciles y crónicos.